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CAMINANDO CON MARIA Pedro Sergio Antonio
Donoso Brant MARIOLOGIA - BIBLIOTECA DOCUMENTOS EXTERNOS |
¿COMO FUE LA
ASUNCION? |
Para responder a esta pregunta, tomaremos la opinión del
Teólogo Antonio Royo Marín, o.p., la cual aparece
en su libro En el momento mismo en que el alma santísima de María se
separó del cuerpo -que en esto consiste la muerte- entró inmediatamente en el
Cielo y quedó, por decirlo así, el alma incandescente de gloria, en grado
incomparable, como correspondía a la Madre de Dios y a la elevación de su gracia.
Su cuerpo santísimo, mientras tanto, fue llevado al sepulcro por los
discípulos del Señor. Una antigua tradición, fundada en el argumento de la Madre
también parecerse en esto a su Hijo, nos señala que el cuerpo de María estuvo
en el sepulcro el mismo tiempo que el de Cristo. Es decir, que poco tiempo
después de haber sido sepultado, el cuerpo santísimo de La resurrección se realizó sencillamente volviendo el alma
al cuerpo, del que se había separado por Teológicamente hablando, la Asunción de María consiste en
la resurrección gloriosa de su cuerpo. Y, en virtud de esa resurrección,
comenzó a estar en cuerpo y alma en el Cielo. Por cierto Royo Marín contradice una diferenciación que se
ha hecho con frecuencia entre la Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo y la
Asunción de su Madre al Cielo, como si la Ascensión fue hecha por el Señor
por su propio poder y la Asunción de María requiriera de la ayuda de los
Angeles, para Ella poder ascender. Nos dice que el traslado material a un determinado lugar
-si es que el Cielo es un lugar, además de un estado- lo hizo María por sí
misma, sin necesidad de ser llevada por los Angeles. Esto sucedió en virtud
de una de las cualidades de los cuerpos gloriosos, que es la agilidad. Para entender lo que es esta cualidad nos apoyaremos en el
mismo autor, quien nos describe en su libro Teología de la Salvación, al
referirse a las cualidades de los cuerpos gloriosos de los resucitados, en
qué consiste la agilidad: "En virtud de esta maravillosa cualidad, los cuerpos
de los bienaventurados podrán trasladarse, cuando quieran, a sitios
remotísimos, atravesando distancias fabulosas con la velocidad del
pensamiento. Sin embargo, este movimiento, aunque rapidísimo, no será instantáneo...
pero será tan vertiginoso que será del todo imperceptible". La diferencia, entonces, entre la Ascensión de Cristo y la
Asunción de María radica en que Cristo hubiera podido ascender al Cielo por
su propio poder, aun antes de su muerte y gloriosa resurrección, mientras que
su Madre no hubiera podido hacerlo antes de que hubiera tenido lugar su
propia resurrección. Sin duda alguna, nos dice Royo Marín, irían con Ella todos
los Angeles del Cielo, aclamándola como su Reina y Señora, como bien lo han
descrito poetas y pintado pintores, pero sin necesidad de ser llevada o
ascendida por Angeles, pues ella sola se bastaba con la agilidad de su cuerpo
santísimo, ya glorificado por su gloriosa resurrección. |
CAMINANDO CON MARIA Pedro Sergio Antonio
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