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CAMINANDO CON MARIA Pedro Sergio Antonio
Donoso Brant MARIOLOGIA - BIBLIOTECA DOCUMENTOS EXTERNOS |
¿DE QUE MURIO LA
VIRGEN? |
Royo Marín responde así a la pregunta ¿de qué murió
María?: ""No parece que muriera de enfermedad, ni de vejez muy
avanzada, ni por accidente violento (martirio), ni por ninguna otra causa que
por el amor ardentísimo que consumía su corazón" No creamos que esta afirmación de que el amor a Dios haya
sido la causa del fallecimiento (¿o desfallecimiento?) de María, sea una
ilusión poética, producto de una piedad ingenua y entusiasta para con El Padre Joaquín Cardoso, s.j. cita a San Alberto Magno: "Creemos que murió
sin dolor y de amor". Nos asegura, además, que a San Alberto siguen
otros como el Abad Guerrico, Ricardo de San
Lorenzo, San Francisco de Sales, San Alfonso María de Ligorio
y otros muchísimos." Y veamos qué nos dice Juan Pablo II sobre las causas de la
muerte de la Madre de Dios: "Más importante es investigar la actitud
espiritual de la Virgen en el momento de dejar este mundo". Entonces se
apoya en San Francisco de Sales, quien considera que la muerte de María se
produjo como un ímpetu de amor. En el Tratado del Amor de Dios habla de una
muerte "en el Amor, a causa del Amor y por Amor" <Tratado del
Amor de Dios, Lib. 7, 12-14> (JP II, 25-junio-99). Royo Marín cita a Alastruey,
quien en su Tratado de Es nuevamente Juan Pablo II quien aclara aún más este
punto: "Cualquiera que haya sido el hecho orgánico y biológico que,
desde el punto de vista físico, le haya producido la muerte, puede decirse
que el tránsilo de esta vida a la otra fue para
María una maduración de la gracia en la gloria, de modo que nunca mejor que
en este caso la muerte pudo concebierse como una `dormición'" Luego basándose en la Tradición para tratar este tema, el
Papa nos aclara aún más este maravilloso suceso: "Algunos Padres de la Iglesia describen a Jesús mismo
que va a recibir a su Madre en el momento de la muerte, para introducirla en
la gloria celeste. Así, presentan la muerte de María como un acontecimiento
de amor que la llevó a reunirse con su Hijo Divino, para compartir con El la
vida inmortal. Al final de su existencia terrena habrá experimentado, como
San Pablo -y más que él- el deseo de liberarse del cuerpo para estar con
Cristo para siempre". <cf. Flp. 1, 23>
(JP II, 25-junio-97) Otro ilustre Mariólogo, Garriguet,
también citado por Royo Marín, nos describe más detalles sobre la vida y la dormición de la Madre de Dios: "María murió sin
dolor, porque vivió sin placer; sin temor, porque vivió sin pecado; sin
sentimiento, porque vivió sin apego terrenal. Su muerte fue semejante al
declinar de una hermosa tarde, como un sueño dulce y apacible; era menos el
fin de una vida que la aurora de una existencia mejor. Para designarla la
Iglesia encontró una palabra encantadora: la llama sueño o dormición de la Virgen". Pero es el elocuentísmo
predicador francés del Siglo XVI-XVII, Bossuet,
Obispo de Meaux, quien en su Sermón Segundo sobre la Asunción de María nos
describe con los más bellos detalles qué significa morir de amor y cómo fue
este maravilloso pasaje de la vida de la Madre de Dios: "El amor profano es quejumbroso y está diciendo
siempre: languidezco y muero de amor. Pero no es sobre este fundamento en el
que me baso para haceros ver que el amor puede dar "Ya podemos comprender esta soledad inmensa que pide
un Dios celoso. Quiere que se destruya, que se aniquile todo lo que no es El.
Y, sin embargo, se oculta y no da a ninguno un punto de donde asirlo
materialmente, de tal modo que el alma, desprendida por una parte de todo, y
por otra, no encontrado aquí el medio de poseer a Dios efectivamente, cae en
debilidades y desfallecimientos inconcebibles. Y cuando el amor llega a su
perfección, el desfallecimiento llega hasta la muerte, y el rigor hasta
perder la vida." "Y he aquí lo que da el golpe mortal: es que el
corazón despojado de todo amor superfluo, es atraído con fuerza al solo Bien
necesario, con una fuerza increíble y, no encontrándolo, muere de congoja.
`El hombre insensato' -dice San Pablo- `no entiende estas cosas y el sensual
no las concibe; pero nosotros hablamos de la sabiduría entre los perfectos y
explicamos a los espirituales los misterios del espíritu'. Digo, pues, que el
alma, desprendida de todo anhelo de lo superfluo, es impulsada y atraída
hacia Dios con una fuerza infinita, y es esto lo que le da la muerte; porque
, de un lado, se arranca de todos los objetos sensibles, y por otro, el
objeto que busca es tan inaccesible aquí, que no puede alcanzarlo. No lo ve
sino por la fe, es decir: no lo ve; no lo abraza, sino en medio de sombras y
como a través de las nubes, es decir, que no tiene de dónde asirlo. Y el amor
frustrado se vuelve contra sí mismo y se hace a sí mismo insoportable." "Yo he querido daros alguna idea del amor de "No busquéis, pues, almas santas, otra causa de la
muerte de "Y esta alma santa y bienaventurada atrae consigo a
su cuerpo a una resurrección anticipada. Porque, aunque Dios ha señalado un
término común a la resurrección de todos los muertos, hay razones
particulares que le obligan a avanzar ese término en favor de |
CAMINANDO CON MARIA Pedro Sergio Antonio
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