Caminando con Maria Pedro Sergio Antonio Donoso Brant REFLEXIONES
PARA EL MES DE MARIA MES DE MAYO/NOVIEMBRE
(En Chile) Para reflexionar junto al Santo Rosario |
El primer misterio gozoso del Santo Rosario de hoy, Todo un cambio nos
trae Dios, porque así como por medio de una mujer y un hombre entraron en el
mundo el pecado y la tristeza, así ahora por una mujer y por un hombre
vuelven la bendición y la alegría, y se derraman sobre todos. |
SABADO MISTERIOS GOZOSOS 1º Misterio La encarnación del Hijo de Dios Lc 1, 26-38 En el mes sexto fue
enviado el ángel Gabriel de parte dé Dios a una ciudad de Galilea llamada
Nazaret. A una virgen desposada con un varón de nombre José, de la casa de
David; el nombre de la virgen era María.
Entrando le dijo: Alégrate, llena de gracia; el Señor es contigo. Ella
se turbó al oír estas palabras, y discurría qué podría significar aquella
salutación. El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia
delante de Dios, y concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, a quien
pondrás por nombre Jesús. 3: EL será grande y llamado Hijo del Altísimo, y le
dará el Señor Dios el trono de David, su padre, y reinará en la casa de Jacob por los
siglos, y su reino no tendrá fin. Dijo
María al ángel: ¿Cómo podrá ser esto, pues yo no conozco varón? EL ángel le contestó y dijo: EL Espíritu
Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra, y
por esto el hijo engendrado será santo, será llamado Hijo de Dios. COMENTARIO BIBLICO “Y al sexto mes”. El ángel fue enviado a
María en el sexto mes de la concepción de Juan Bautista, este corresponde
según la cristiandad antigua al mes de Marzo, y se ha fijado como fecha el 25
de ese mes. Nueve meses más tarde, el 25 de Diciembre es la fecha de
nacimiento de Jesús. El porque de esa fecha, es algo de la divina sabiduría. “El Angel
Gabriel fue enviado por Dios” Digno principio de la restauración humana ha
sido lo que hizo Dios al enviar a un Angel a “Enviado por Dios a una ciudad de Galilea,
llamada Nazaret”, Ciudad de Galilea (Mt. 2:23) donde moraban José y María
(Lc. 2:39). “A una virgen desposada”. Lucas,
dice dos palabras muy exactas en su definición, “Virgen” y “Desposada”. La
primera denominación, “Virgen”, para que conste y no quepa la menor duda, que
ella no conocía ninguna unión con un varón, esto es pura y sin mancha, y la
segunda, “Desposada”, para que conste que desconocía la unión marital y para
que quedase ilesa de la infamia de una virginidad manchada, cuando su
fecundidad pareciese signo de corrupción. Quiso Dios, la posibilidad que
algunos dudasen de su nacimiento, pero no de la pureza de su Madre. Sabía que
el honor de una Virgen es delicado y la reputación del pudor es frágil.
Entonces no estimó conveniente que la fe de su nacimiento se demostrase con
las injurias de su Madre. Es entonces como tenemos la más amplia convicción,
de que “Con un varón que se llamaba José” Esta
claro, que si María, no hubiera tenido esposo, la habladuría sería mayúscula.
Conocemos la debilidad de lo hombres, el comentario malicioso, la mala fe, la
incredulidad, entonces Dios, se sirve del marido, como un seguro testigo del
pudor de su desposada, he ahí, un hombre justo. “De la casa de David y el nombre
de “Y habiendo entrado el Angel
donde estaba María”. Allí estaba María, no estaba en el bosque, ni el campo,
ni en la montaña, estaba en su habitación, sola y solo un ángel sabía donde
encontrarla, donde están las mujeres como ella, donde ningún hombre llega.
Aquí no se produce una conversación animada y distendida, entre dos o más
persona, es algo muy digno, es un ángel que viene a anunciar. "Dios te salve, llena de
gracia”. No vino como en el caso de Eva a señalar un castigo como los dolores
del parto a causa del pecado, viene a desterrar la tristeza, viene a anunciar
la alegría, vine con gozo, sus palabra son una composición poética que alaba
a San Jerónimo, nos comenta: “Y en
verdad que es llena de gracia, porque a los demás se distribuye con medida,
pero en María se derramó al mismo tiempo toda la plenitud de la gracia.
Verdaderamente es llena de gracia aquella por la cual toda criatura fue
inundada con la lluvia abundante del Espíritu Santo. Ya estaba con “El Señor es contigo”, San
Agustín, dice:“Más que contigo, El está en tu
corazón, se forma en tu seno, llena tu espíritu, llena tu vientre.” Este es el complemento de todo el
mensaje: El Verbo de Dios como Esposo que se une de una manera superior a la
razón, como engendrando El mismo y siendo engendrado, adaptó a sí mismo toda
la naturaleza humana. “Bendita tú entre las
mujeres". A saber, una sola entre todas las mujeres, pero también para
sean bendecidas en ella todas las mujeres que imitaran por siempre su
santidad y su ejemplo de madre, como los hombres serán bendecidos en su Hijo,
que seguirán sus enseñazas y lo imitaran. Todo un cambio nos trae Dios,
porque así como por medio de una mujer y un hombre entraron en el mundo el
pecado y la tristeza, así ahora por una mujer y por un hombre vuelven la
bendición y la alegría, y se derraman sobre todos. “Y cuando ella esto oyó, se turbó
con las palabras de él, y pensaba qué salutación sería ésta.” Normal en toda mujer inocente y
pura, turbarse, esto es una pequeña alteración por la sorpresa, alguien entro
sin aviso a su habitación, como dijo San Ambrosio. “Temblar es propio de las
vírgenes, y el sobresaltarse cuando se acerca un hombre y temer todo trato de
los hombres. Aprended, vírgenes, a evitar toda licencia de palabras. María se
conturbaba hasta de la salutación del ángel.” Comprendamos la situación de
María, ella sabía de las apariciones de los ángeles, por eso no se turbo por
su presencia, en los apócrifos se dice que de niña fue alimentada por los
ángeles, ella se turbo “con las palabras de el”, como dice el Evangelio, por
tanto me inclino a considerar que fue por el pudor y la prudencia de Entonces, oída la alegre noticia,
examinó lo que se le había dicho y no se resiste abiertamente por
incredulidad, tampoco se somete al punto por ligereza, Por esto continúa
Lucas diciendo: "Y pensaba qué salutación sería ésta", un saludo
que nunca hasta ese minuto había oído nadie jamás, pues estaba reservada
solamente para María. Y el Angel
le dijo: "No temas, María, Como había visto que También podemos opinar que trato
de decirle: No he venido a engañarte, sino más bien a dar la absolución del
engaño. No he venido a robarte tu virginidad inviolable, sino a preparar tu
seno para el autor y el defensor de la pureza. No soy ministro de la
serpiente, sino enviado del que aplasta la serpiente. Vengo a contratar
esponsales, no a maquinar asechanzas. Así, pues, no la dejó atormentarse con
alarmantes consideraciones, a fin de no ser juzgado como ministro infiel de
su negociación. “Porque has hallado gracia delante
de Dios”. Quien merece gracia delante de Dios, nada tiene que temer. ¿Cómo puede encontrar esta gracia
cualquiera que sea, sino por medio de la humildad? “Dios resiste a los
soberbios pero da gracia a los humildes.” (1 Pe 5,5) “He aquí que concebirás en tu
seno” .La palabra "he aquí" denota la prontitud y la presencia,
insinuando con dicha palabra que la concepción se había celebrado al
instante. “Y parirás un hijo” Y como acontece
especialmente que es concebido el Divino Espíritu y ella da a luz al Espíritu
de salvación, según anunciara el profeta. No todos son como María, que cuando
conciben al Verbo del Espíritu Santo, lo dan a luz. Hay de aquellos que
abortan al Verbo antes de dar a luz (Lc 22), y hay de aquellos que tienen a
Cristo en su seno pero que todavía no lo han formado. “Y llamarás su nombre Jesús.”
Somos testigos que la expectación del parto infunde un cierto temor a las
mujeres, en este caso, el anuncio de un parto dulce apaga esa aprehensión de
temor cuando se dice: "Y llamarás su nombre Jesús". La palabra
Jesús quiere decir Salvador. La venida del Salvador es el alejamiento de todo
temor. "Tú lo llamarás", dice el ángel, porque no lo hará el padre,
porque carece de padre en cuanto a la generación humana, así como carece de
madre respecto de la generación divina. Este nombre fue impuesto de nuevo
al Verbo Divino, y convenía a la natividad de su carne, según aquello del
Profeta: “Y te Será dado un nombre nuevo, que la boca de Dios Otorgará.”
(Isaías 62,2) “Este será grande”. Seguro, porque
no se asemejara a nadie, San Juan fue grande como hombre, pero en este caso
será grande como Dios. Consideremos entonces la grandeza de nuestro Salvador,
como el más grande. “Y se llamará Hijo del Altísimo.”
No somos nosotros los indicados a poner un nombre, es El Padre, quien conoce
a su hijo quien lo hace, el sabrá muy bien quien será Jesús, como cuando nos
dice "Este es mi hijo muy amado". (Mt 17,5) Existe desde la
eternidad, aunque ahora para nuestra inteligencia se manifiesta su nombre. Y
por esto dice "será llamado", no "será hecho" ni
"será engendrado", porque ya antes de los siglos era consustancial
esto es de la misma naturaleza o esencia al Padre. Concebirás, pues, a Este,
serás su Madre. Tu vientre virginal contendrá a Aquel que vendrá a enseñarnos
el mayor acto de amor y generosidad, el darlo todo por nosotros. “Y le dará al Señor Dios el trono
de David, su Padre: y reinará en la casa de Jacob por siempre, y no tendrá
fin su reino". Para que se sepa con claridad que
el que había de nacer de Virgen era el mismo Cristo que los profetas prometieron
que nacería de la descendencia de David. Sin embargo, el cuerpo purísimo de
Jesucristo no procede de José, aunque descendía de la misma línea de
parentesco que "Y su reino no tendrá
fin". Sólo Dios puede reinar eternamente. Por esto sucede que aunque se
diga que toma el trono de David por la encarnación, en cuanto Dios es
reconocido como Rey eterno, así como hoy que reina sobre muchos y finalmente
reinará sobre todos porque todas las cosas le están sometidas (1Cor 15). Y dijo María al Angel: "¿Cómo se hará esto, porque no conozco
varón?" Consideremos también las palabras
de la purísima Virgen María. El ángel le anuncia el parto; pero ella insiste
en su virginidad creyendo que ésta podría mancharse con sólo el aspecto de un
ángel. Por eso dice: "Porque no conozco varón". Y respondiendo el Angel, le dijo: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti”.
El ángel, le aclara a María, que no
tenga dudas, entonces le explica su misión inmaculada y el parto inefable,
porque no se puede explicar con palabras, como si le dijese: No te fijes en
el orden natural cuando se trata de cosas que traspasan y superan el orden de
la naturaleza. Tú dices: "¿Cómo se hará esto, puesto que no conozco
varón?" Pues por lo mismo que no conoces varón sucederá esto, porque si
hubieras conocido varón, no serías considerada digna de este misterio. No
porque el matrimonio sea malo, sino porque la virginidad es más perfecta. Este era el Plan de Dios, el quiso
que Jesús, participase con nosotros en el nacimiento y se distinguiese en él.
Tuvo de común entre nosotros el nacer del vientre de una mujer y nos superó
naciendo sin que aquélla se uniese a un hombre. "La virtud del Altísimo te
hará sombra". La virtud del Rey altísimo es Cristo, formado en Por las palabras: "Te hará
sombra", se significan las dos naturalezas de Dios encarnado. Pues la
sombra se hace con la luz y con el cuerpo. El Señor es la luz por su
divinidad. Y como la luz incorpórea había de tomar cuerpo en las entrañas de “Y por eso el fruto santo que
nacerá de ti será llamado Hijo de Dios” Aquí tenemos una gran diferencia
con nosotros los hombres, porque a diferencia de nuestra santidad que la
conseguimos con nuestra vida, Jesucristo nace Santo. Así es como, aunque nos
hagamos santos, no nacemos santos. Jesus, es aquél verdaderamente ha nacido
Santo, que no ha sido concebido de unión carnal alguna. El ángel, ha mencionado en estas
frases a toda REFLEXION Estamos ante la gran humildad de
María, mujer de gran devoción, el Señor sabía que elegía muy bien, ella va
ser la madre del Redentor del Mundo, la madre del Salvador, la madre del
Príncipe de Unidos en Pedro Sergio |
Caminando con Maria Pedro Sergio Antonio
Donoso Brant |