JESÚS PERDIDO Y HALLADO EN EL TEMPLO |
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JESÚS PERDIDO Y HALLADO EN EL TEMPLO |
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Lc. 2, 42-43, 46 «Cuando tuvo doce años, subieron a la fiesta, como era costumbre. Pasados
aquellos días, al regresar, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo
advirtiesen sus padres, y ocurrió que, al cabo de tres días, lo encontraron
en el Templo, sentado en medio de los doctores, escuchándoles y
preguntándoles». |
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REFLEXIÓN DE JUAN XXIII Jesús tiene ya doce años. María y José le
acompañaban a Jerusalén para la oración habitual de aquella edad. De
improviso desaparece de sus ojos, aunque vigilantes y amorosos. Con gran
preocupación en aquella búsqueda que dura tres días, se le encuentra entre
los demás asistentes en el Templo. Estaba rezando con los doctores de la Ley.
¡Qué palabras tan significativas las de san Lucas que nos lo describe con
precisión! Lo encuentran sentado en medio de los doctores, en actitud de
escucharlos y de preguntarles. Aquel encuentro de los doctores era entonces:
conocimiento, sabiduría, luz, práctica en la contemplación del Antiguo
Testamento. Tal es en todo tiempo la misión de la
inteligencia humana : recoger las voces de los
siglos, transmitirnos la buena doctrina, dilatar con humildad la mirada de la
investigación científica sobre el futuro. Cristo se encuentra siempre allí en
medio, en su puesto: «Yo soy el maestro de ustedes» (Jn 13,13). Es la quinta decena de los Misterios Gozosos, es
una invocación especial en provecho de cuantos son llamados al servicio de la
verdad y de la caridad, en la investigación, en la enseñanza, en la difusión
de las nuevas técnicas audiovisuales que mueven a amar a Jesús: científicos,
profesores, maestros, periodistas; especialmente estos, por la tarea
característica de comunicar y honrar la buena doctrina en su pureza, sin
fantásticas deformaciones... |
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Que María
viva en tu corazón Pedro Sergio
Antonio Donoso Brant p.s.donoso@vtr.net |