|
LAS GLORIAS DE MARÍA San Alfonso María de Ligorio SÚPLICA DEL AUTOR A JESÚS Y A MARÍA |
ORACIÓN PARA ALCANZAR EL AMOR DE MARÍA ¡María, tú robas los corazones! Señora, que con tu amor y tus beneficios robas los corazones de tus siervos, roba también mi pobre corazón que tanto desea
amarte. Con tu belleza has enamorado a Dios y lo has
atraído del cielo a tu seno. ¿Viviré sin amarte, madre mía? No quiero descansar hasta estar cierto de haber conseguido tu amor, pero un amor constante y tierno hacia ti, madre mía, que tan tiernamente me has amado aun cuando yo era
tan ingrato. ¿Qué sería de mí, María, si tú no me hubieras amado e impetrado
tantas misericordias? Si tanto me has amado cuando no te amaba, cuánto confío en tu
bondad ahora que te amo. Te amo, madre mía, y quisiera un gran corazón que te amara por todos los
infelices que no te aman. Quisiera una lengua que pudiera alabarte por mil, y dar a conocer a todos tu grandeza, tu santidad, tu misericordia y el amor con
que amas a los que te quieren. Si tuviera riquezas, todas quisiera
gastarlas en honrarte. Si tuviera vasallos, a todos los
haría tus amantes. Quisiera, en fin, si falta hiciera, dar por ti y por
tu gloria hasta la vida. Te amo, madre mía, pero al tiempo temo no amarte cual debiera porque oigo decir que el amor hace, a los que se
aman, semejantes. Y si yo soy de ti tan diferente, triste señal será de
que no te amo. ¡Tú tan pura y yo tan sucio! ¡Tú tan humilde y yo tan soberbio! ¡Tú tan santa y yo tan pecador! Pero esto tú lo puedes remediar, María. Hazme semejante a ti pues que me amas. Tú eres poderosa para cambiar corazones; toma el mío y
transfórmalo. Que vea el mundo lo poderosa que eres a favor de
aquellos que te aman. Hazme digno de tu Hijo, hazme santo. Así lo espero, así sea. |
|