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LAS GLORIAS DE MARÍA San Alfonso María de Ligorio SÚPLICA DEL AUTOR A JESÚS Y A MARÍA |
ORACIÓN POR LOS MÉRITOS DE JESÚS ¡María, Madre de Dios y mi esperanza! Mira a tus pies a un pobre pecador que implora tu
clemencia. Tú eres llamada por toda la Iglesia, y por todos los fieles proclamada, el refugio de
los pecadores. Tú eres mi refugio y tú me has de salvar. Bien sabes cuánto desea tu Hijo
salvarnos. Sabes lo que sufrió por salvarme. Te presento, Madre mía, los sufrimientos
de Jesús; el frío de la gruta y la huída a Egipto; las fatigas y sudores que padeció; la sangre que derramó y los dolores que
sufrió pendiente de la cruz
ante tus ojos. Dame a conocer cómo amas a tu Hijo mientras, por amor a tu Hijo, te ruego que me
ayudes. Dale la mano a un caído que pide piedad. Si yo fuera santo no necesitaría
misericordia, pero porque soy pecador recurro a ti que eres
la madre de la misericordia. Yo sé que tu piadoso corazón encuentra su consuelo en socorrer a los
perdidos cuando no son obstinados Consuela hoy tu corazón piadoso y consuélame a mí, ya que tienes
ocasión de salvarme. Me pongo en tus manos; dime qué he de
hacer y dame fuerzas para cumplirlo, al tiempo que propongo hacer todo lo posible para recobrar la
gracia de Dios. Me refugio bajo tu manto. Jesús quiere que yo recurra a ti, que
eres su Madre, para que por tu gloria y su gloria no sólo su sangre, sino también sus
plegarias, me ayuden a
salvarme. Él me manda a ti para que me socorras. Heme aquí, María; a ti recurro y
en ti confío. Tú que ruegas por tantos otros, ruega y di una
palabra en mi favor. Di a Dios que quieres que me salve, que Dios
ciertamente me salvará. Dile que soy tuyo, nada más te pido. |
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