DÍA PRIMERO

MARÍA, MUJER DE FE.

1.- Salutación. 

2.- Evangelio según  San Lucas: 1,41-45.

“Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y  exclamando con gran voz, dijo:  “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? ” ¡Feliz la que ha creído que se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor”. Palabra del Señor.

3.-Reflexiones:

a.- María es la mujer de fe que cree a la Palabra de Dios. Con su fe responde a la invitación a creer lo que Dios le propone: ser Madre de su Hijo. María acoge la predicación de su Hijo, donde el Reino de Dios establece una relación que está más allá de los lazos de sangre y carne, y proclama bienaventurados (Cfr. Mc. 3,35;  Lc. 11,27-28), a los que escuchan y ponen en práctica la Palabra de Dios. Quien mejor que  Ella escucha  y obra de acuerdo al Evangelio, convirtiéndose así en la primera discípula de su Hijo.

b.- Isabel llama a su prima feliz por haber creído a lo que Dios le prometió. María es la mujer de  fe en el momento de la Encarnación, cuando su “SÍ” la convierte en Madre de Dios. La fe de la Virgen- Madre  se ve probada en el Calvario cuando consiente en el ofrecimiento que su Hijo hace de su vida por la salvación del mundo. Allí se convierte ya no sólo en Madre del Crucificado por amor, sino que también en Madre de todos los que creen en su  Hijo; si en Belén lo tuvo a ÉL, sin más compañía que José y algunos pastores, en el Calvario nació el nuevo Pueblo santo de Dios.

c.- Sobre el Calvario, María, figura de la Iglesia, hace realidad las palabras del profeta Isaías: “Antes de tener dolores dio a luz, antes de llagarle el parto dio a luz varón. ¿Quién oyó tal? Quién vio cosa semejante? ¿Es dado a luz un país en su sólo día? ¿O nace un pueblo todo de una vez? Pues bien: tuvo dolores y dio a luz Sión a sus hijos. ¿Abriré yo el seno sin dar a luz dice Yahveh o lo cerraré yo, que hago dar a luz. Dice tu Dios” (Is. 66,7-8). Las profecías de la Mujer-Sión se cumplen cuando María recibe, como Sión, los hijos que no ha generado y Cristo le da por hijos todos los discípulos en la persona de Juan.

d.- El Concilio Vaticano II enseña:

 - “Así avanzó también la Santísima Virgen en la peregrinación de la fe, y mantuvo fielmente su unión con el Hijo hasta la cruz, junto a la cual, no sin designio divino, se mantuvo erguida (cfr. Jn. 19,25), sufriendo profundamente con su Unigénito y asociándose con entrañas de madre a su sacrificio consistiendo amorosamente  en la inmolación de la víctima que ella misma había engendrado y, finalmente, fue dada por el mismo Cristo Jesús agonizante en la cruz como madre al discípulo con estas palabras: “Mujer, he ahí a tu hijo” (Cfr. Jn. 19,26-27)”  (Vaticano II, LG 58).

4.- Preces:

Oremos hermanos a Dios nuestro Padre por medio del Hijo en el Espíritu Santo:

- Madre creyente, que tu Hijo nos aumente la fe.

a. - Para que el Pueblo de Dios en Chile conserve el depósito de la fe que el Espíritu Santo ha suscitado por la predicación del Evangelio. Oremos...

b.- Por las familias cristianas para que vivan su fe en Cristo en su hogar, santuario de la vida y del amor, y en sus lugares de trabajo para ser luz  y sal  del Evangelio en este mundo secularizado. Oremos...

c. - Por los que buscan a Dios con sinceridad la verdad  para la luz de la fe ilumine sus pasos y encuentren en Dios el  sentido a sus vidas y en la Iglesia un hogar de caridad. Oremos...

d.- Por los jóvenes que se abren a la vida y a nobles proyectos para su futuro no abandonen la fe de sus padres y sigan a Cristo en el mundo profesional o en la  vida consagrada,  sacerdotal, misionera o como laico comprometido. Oremos...

Oremos: Te suplicamos Señor, que nos asista con su intercesión poderosa la Santísima Virgen María, Madre y Reina del Carmelo, para que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo,  Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

5.- Oración final para todos los días de la novena:

“¡Oh Virgen Santísima del Carmen!, Llenos de la más tierna confianza, como hijos que acuden a la protección de su Madre, nosotros venimos a implorar una vez más los tesoros de su misericordia, que con tanta solicitud nos habéis siempre dispensado. Reconocemos humildemente que uno de los mayores beneficios que Dios ha concedido a nuestra Patria ha sido señalaros a Vos por nuestra especial Abogada, Protectora y Reina. Por eso, a Vos clamamos en todos nuestros peligros y necesidades, seguros de ser benignamente escuchados. Vos sois la Madre de la divina gracia, conservad puras nuestras almas; sois la torre poderosa de David; defended el honor y la libertad de nuestra Nación; sois el refugio de los pecadores, tronchad las cadenas de los esclavos del error y del vicio; sois el Consuelo de los afligidos, socorred a las viudas, a los huérfanos y a los desvalidos; sois el Auxilio de los cristianos, conservad nuestra fe, y proteged a nuestra Iglesia, en especial a sus obispos, sacerdotes y religiosos.

Desde el trono de vuestra gloria, atended a nuestras súplicas, ¡Oh  Madre del Carmelo! Abrid vuestro manto, y cubrid con él a esta república de Chile, de cuya bandera Vos sois la Estrella luminosa. Os pedimos el acierto para los magistrados, legisladores y jueces; paz y piedad, para los matrimonios y familias; santo temor de Dios, para los maestros; inocencia para los niños; y para la juventud cristiana educación. Apartad de nuestras ciudades los terremotos, incendios y epidemias; alejad de nuestros mares las tormentas, y dad la abundancia a nuestros campos y montañas. Sed Vos el escudo de nuestros guerreros, y el  faro de nuestros marinos amparo de los ausentes y viajeros. Sed el remedio de los enfermos, la fortaleza de las almas atribulada, la protectora especial de los moribundos y la redentora de las almas del Purgatorio.

¡Oídnos pues Madre Clementísima!,  y  haced que, viviendo unidos en la vida por la confesión de una misma fe y por la práctica de un mismo amor al Corazón Divino de Jesús, podamos ser trasladados de esta Patria terrenal a la Patria inmortal del cielo, en que os alabaremos y bendeciremos por los siglos de los siglos.  Así sea. 

V. - VIRGEN DEL CARMEN, REINA DE CHILE

R.- SALVA A TU PUEBLO QUE CLAMA A TÍ.

(Se repite tres veces)

6.- Canto final: Virgen del Carmen bella

7.- Sugerencias para tu oración personal: 

- “¡Oh Virgen Soberana... Vos sois bienaventurada (Lc. 1,46), porque creísteis, como dijo vuestra prima; sois bienaventurada, porque trajisteis en vuestro vientre al Salvador: y mucho más bienaventurada, porque oísteis su palabra y la guardasteis. También sois bienaventurada con las ocho bienaventuranzas que vuestro Hijo predicó en el Monte (Mt. 5,3); sois pobre de espíritu, y es vuestro el reino de los cielos; sois mansa, y poseéis la tierra de los vivos; llorasteis los males del mundo, y así sois consolada; tuvisteis hambre y sed de justicia, y ahora estáis harta; sois misericordiosa, y alcanzasteis misericordia; sois pacífica, y así por excelencia sois hija de Dios: sois limpia de corazón, y ahora estáis viendo claramente a Dios: padecisteis persecuciones por la justicia, y ahora es vuestro el reino de los cielos, como reina suprema de todos los moradores. ¡ Oh, si todas las naciones del mundo se convirtiesen a vuestro Hijo, y os llamasen con grande fe bienaventurada, imitando aquí vuestra vida, y gozando después de vuestra gloria!” (L. de la Puente, Meditaciones, II, 12,3).

 

IR A DIA 2º.-  MARÍA,  MUJER DE ESPERANZA.

 

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

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