DÍA PRIMERO MARÍA, MUJER
DE FE. 1.- Salutación. 2.- Evangelio según San Lucas: 1,41-45. “Y
sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño
en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el
fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? ” ¡Feliz la que ha creído que se cumplirán las cosas que le
fueron dichas de parte del Señor”. Palabra del Señor. 3.-Reflexiones: a.-
María es la mujer de fe que cree a b.-
Isabel llama a su prima feliz por haber creído a lo que Dios le prometió.
María es la mujer de fe en el momento
de c.-
Sobre el Calvario, María, figura de d.-
El Concilio Vaticano II enseña: - “Así avanzó también la Santísima Virgen en
la peregrinación de la fe, y mantuvo fielmente su unión con el Hijo hasta la
cruz, junto a la cual, no sin designio divino, se mantuvo erguida (cfr. Jn.
19,25), sufriendo profundamente con su Unigénito y asociándose con entrañas
de madre a su sacrificio consistiendo amorosamente en la inmolación de la víctima que ella
misma había engendrado y, finalmente, fue dada por el mismo Cristo Jesús
agonizante en la cruz como madre al discípulo con estas palabras: “Mujer, he
ahí a tu hijo” (Cfr. Jn. 19,26-27)”
(Vaticano II, LG 58). 4.- Preces: Oremos
hermanos a Dios nuestro Padre por medio del Hijo en el Espíritu Santo: -
Madre creyente, que tu Hijo nos aumente la fe. a.
- Para que el Pueblo de Dios en Chile conserve el depósito de la fe que el
Espíritu Santo ha suscitado por la predicación del Evangelio. Oremos... b.-
Por las familias cristianas para que vivan su fe en Cristo en su hogar,
santuario de la vida y del amor, y en sus lugares de trabajo para ser
luz y sal del Evangelio en este mundo secularizado.
Oremos... c.
- Por los que buscan a Dios con sinceridad la verdad para la luz de la fe ilumine sus pasos y
encuentren en Dios el sentido a sus
vidas y en d.-
Por los jóvenes que se abren a la vida y a nobles proyectos para su futuro no
abandonen la fe de sus padres y sigan a Cristo en el mundo profesional o en
la vida consagrada, sacerdotal, misionera o como laico
comprometido. Oremos... Oremos:
Te suplicamos Señor, que nos asista con su intercesión poderosa 5.- Oración final para todos los días de
la novena: “¡Oh
Virgen Santísima del Carmen!, Llenos de la más tierna confianza, como hijos
que acuden a la protección de su Madre, nosotros venimos a implorar una vez
más los tesoros de su misericordia, que con tanta solicitud nos habéis
siempre dispensado. Reconocemos humildemente que uno de los mayores
beneficios que Dios ha concedido a nuestra Patria ha sido señalaros a Vos por
nuestra especial Abogada, Protectora y Reina. Por eso, a Vos clamamos en
todos nuestros peligros y necesidades, seguros de ser benignamente
escuchados. Vos sois Desde
el trono de vuestra gloria, atended a nuestras súplicas, ¡Oh Madre del Carmelo! Abrid vuestro manto, y
cubrid con él a esta república de Chile, de cuya bandera Vos sois ¡Oídnos
pues Madre Clementísima!, y haced que, viviendo unidos en la vida por
la confesión de una misma fe y por la práctica de un mismo amor al Corazón
Divino de Jesús, podamos ser trasladados de esta Patria terrenal a V. - VIRGEN DEL CARMEN, REINA DE CHILE R.- SALVA A TU PUEBLO QUE CLAMA A TÍ. (Se repite tres veces) 6.- Canto final: Virgen del Carmen bella 7.- Sugerencias para tu oración
personal: -
“¡Oh Virgen Soberana... Vos sois bienaventurada (Lc.
1,46), porque creísteis, como dijo vuestra prima; sois bienaventurada, porque
trajisteis en vuestro vientre al Salvador: y mucho más bienaventurada, porque
oísteis su palabra y la guardasteis. También sois bienaventurada con las ocho
bienaventuranzas que vuestro Hijo predicó en el Monte (Mt. 5,3); sois pobre
de espíritu, y es vuestro el reino de los cielos; sois mansa, y poseéis la
tierra de los vivos; llorasteis los males del mundo, y así sois consolada;
tuvisteis hambre y sed de justicia, y ahora estáis harta; sois
misericordiosa, y alcanzasteis misericordia; sois pacífica, y así por
excelencia sois hija de Dios: sois limpia de corazón, y ahora estáis viendo
claramente a Dios: padecisteis persecuciones por la justicia, y ahora es
vuestro el reino de los cielos, como reina suprema de todos los moradores. ¡ Oh, si todas las naciones del mundo se convirtiesen a
vuestro Hijo, y os llamasen con grande fe bienaventurada, imitando aquí
vuestra vida, y gozando después de vuestra gloria!” (L. de
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Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds |