GRACIAS POR TODO
Gracias por todo,
Madre,
todo te lo
agradezco de corazón,
y quiero atarme a
ti
con amor entrañable.
¡Qué hubiese sido
de nosotros sin ti,
sin tu cuidado maternal!
Gracias porque nos
salvaste
en grandes
necesidades;
gracias porque con
amor fiel
nos encadenaste a ti.
Quiero ofrecerte
eterna gratitud
y consagrarme a ti con indiviso amor.
Amén.
(P. José Kentenich)
|