ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DEL TERCER
MUNDO
Hermana peregrina de los pobres de
Yahvé,
Profetisa de los pobres libertados,
Madre del Tercer Mundo,
madre de
todos los hombres de este mundo único, porque eres la Madre del Dios hecho
hombre.
Con todos los que creen en Cristo
y con todos aquellos que, de algún
modo, buscan su Reino,
te llamamos a Tí, Madre,
para que le
hables de todos nosotros.
Pídele a El, que se hizo pobre
para comunicarnos las riquezas de su
amor,
que su
Iglesia se despoje, sin subtergios, de toda otra
riqueza.
A El, que murió en la cruz para
salvar a los hombres
pídele que nosotros, sus discípulos,
sepamos vivir y morir
por la total
liberación de nuestros hermanos.
Pídele que nos devore
el hambre y la sed de aquella
justicia
que despoja
y redime.
A El que derribó el muro de la
separación,
pídele que todos los que llevamos el
sello de su
nombre,
busquemos de hecho, por encima de
todo lo que
divide,
aquella unidad reclamada por El mismo
en testamento,
y que sólo
es posible en la libertad de los Hijos de Dios.
Pídele a El, que vive resucitado
junto al Padre,
que nos comunique la fuerza jubilosa
de su
Espíritu
para que
sepamos vencer el egoísmo, la rutina y el miedo.
Mujer campesina y obrera,
nacida en una colonia
y martirizada por el legalismo y la
hipocresía:
enséñanos a leer sinceramente el
Evangelio de Jesús
y a traducirlo en la vida
con todas las revolucionarias
consecuencias,
en el espíritu radical de las
Bienaventuranzas
y en el riesgo total de aquel amor
que sabe dar
la vida por los que ama.
Por Jesucristo
tu hijo, el
hijo de Dios, nuestro hermano.
Brasil
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