Caminando con Maria Pedro Sergio Antonio
Donoso Brant |
NUEVE DIAS A MARIA INMACULADA DIA CUARTO INTERCESIÓN DE MARÍA |
En Caná iba a tener lugar una boda. Por
amistad o relaciones familiares se encuentra presente la Madre de Jesús (Jn
2, 1). También Jesús ha sido invitado con sus discípulos a la fiesta. Comenzó
ésta y no sabemos si por falta de previsión o por una inesperada afluencia de
invitados, faltó el vino. La Virgen María, que presta su ayuda y
sabe estar en los detalles, se dio cuenta de que el vino escaseaba, por ello
acude a Jesús, dando lugar a ese diálogo que tantas veces hemos meditado (Jn
2, 3-4). La Virgen pide sin pedir: expone una necesidad: no tienen vino. El
Señor en esta ocasión parece negarle lo que pide: no ha llegado mi hora. Pero
la Virgen, que conoce bien el corazón de su Hijo, actúa como si hubiera
accedido inmediatamente a su petición: Haced lo que el os diga, le dice a los
sirvientes. Vayamos a la oración con la confianza de
hijos que van a ser escuchados. Y como buenos hijos, busquemos identificar
nuestra voluntad con la de Dios: no se haga mi voluntad, sino la tuya (Lc 22,
42). Debemos pedir con humildad y constancia,
abandonándonos confiadamente en nuestra Madre del Cielo. El Señor nos insistió:
Pedid y recibiréis. (Mt 7, 7) Propósitos para este día: 1- Acudir más veces y con más confianza a
la Virgen, pidiendo por la Iglesia, los sacerdotes, las familias, por
nosotros. 2- Terminemos este día con el deseo
eficaz y práctico de rezar mejor el Rosario, oración tan querida por la
Virgen: arma poderosa para vencer a los enemigos, contra las tentaciones y
para conseguir todo aquello que necesitamos. Fuentes: iglesia.org Caminando con Maria |