Caminando con Maria

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

www.caminando-con-maria.org

 

NUEVE DIAS A MARIA INMACULADA

DIA SEPTIMO

LA VIRGINIDAD DE MARÍA Y NUESTRA PUREZA

 

La virginidad de María es uno de los mayores milagros obrados por Dios. Es un privilegio íntimamente unido al de maternidad divina y armoniosamente relacionada con la Inmaculada Concepción y la Asunción gloriosa de la Virgen.

Y es María la pureza personificada. A nosotros, la virginidad de María es una llamada para vivir la Santa Pureza, indispensable para contemplar a Dios y para servir a nuestros hermanos los hombres.

En la última Cena, Jesús se arrodilla a los pies de los Apóstoles, para lavarlos. En este gesto quiere expresar la necesidad de la pureza especial que debe reinar en los corazones de quienes se acercan a la Última Cena. Es la pureza que sólo Él puede traer a los corazones. Y la pureza es condición para la comunión con el Señor.

El Espíritu Santo ejerce además, una acción especial en el alma que vive con delicadeza esta virtud.

Propósito para este día:

1- Hoy podemos ofrecerle a la Virgen poner los medios necesarios para vivir más delicadamente esta virtud. Siempre ha enseñado la Iglesia que, con la ayuda de la gracia, se puede vivir esta virtud en todos los momentos y circunstancias de la vida.

Otros medios que pueden ayudar a vivir y a acrecentar esta virtud son: la moderación en la comida y bebida, guardar la vista, cuidar los detalles de pudor, evitar las conversaciones sobre cosas impuras, huir de las ocasiones de pecado, vivir muy bien la sinceridad en la dirección espiritual, olvidarse de sí mismo.

 Fuentes: iglesia.org

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