Caminando con Maria Pedro Sergio Antonio
Donoso Brant |
NUEVE DIAS A MARIA INMACULADA DIA OCTAVO LA HUMILDAD DE MARÍA |
Entonces María dijo: -Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu está transportado de
alegría en Dios, Salvador mío. Porque ha puesto los ojos en la bajeza De su esclava, Por eso, ya desde ahora, me llamarán Bienaventurada todas las generaciones, Porque ha hecho en mi cosas grandes aquel
cuyo nombre es santo. (Lc 1, 46-49) A las alabanzas de Isabel, María responde
con un canto de júbilo. Estas palabras de María son el espejo de su alma;
este canto es el reflejo de la grandeza de su alma que está tan cercana a su
Creador. Hay en el Magnificat la razón profunda de
toda humildad. “Se considera a sí misma llena de bajeza; por eso reconoce
luego, con profunda humildad, que en Ella ha hecho cosas grandes el que es
Todopoderoso.” Todo lo amable, todo lo bueno que en
nosotros existe, pertenece a Dios. El alma humilde reconoce dones de gran
valor en sí, pero no encuentra motivos de autocomplacencia porque sabe que le
han sido dados. Y el Señor nos quiere humildes. La humildad consiste esencialmente en la
conciencia del puesto que ocupamos frente a Dios y frente a los hombres, y en
la sabia moderación de nuestros deseos de gloria. Propósitos para este día: 1- Hay muchos motivos para desear, pedir
y luchar por alcanzar esta virtud. En primer lugar hemos de pedirla, como
algo que necesitamos con toda urgencia, algo que nos es vital. “María es, al mismo tiempo una Madre de
misericordia y de ternura, a la que nadie ha recurrido en vano; abandónate
lleno de confianza en su seno materno, pídele que te alcance la virtud de la humildad
que Ella tanto apreció; no tengas miedo de no ser atendido, María la pedirá
para ti de ese Dios que ensalza a los humildes y reduce a la nada a los
soberbios; y como María es omnipotente cerca de su Hijo, será con toda
seguridad oída.” (J. Pecci –León XIII-, Práctica de la humildad, 56) 2- Camino para alcanzar esta virtud es
también la caridad. Hagamos hoy el propósito de servir en esos muchos
detalles que se presentan en la convivencia diara, el procurar ser amables,
cordiales, saber ceder en opiniones que no tienen excesiva importancia,
valorar más a aquellos con quienes trabajamos o convivimos. Fuentes: iglesia.org Caminando con Maria |